Finalizaron los noventa y todo el mundo querías rer respetuoso con el medioambiente: básicamente porque las empresas exportaban a países nórdicos, "más civilizados", y allí no había otra opción que llegar con el cartón de nuestra ISO 14000 por delante.
Comenzaron los 2000 y llegó el momento de la Responsabilidad Social Corporativa: cómo no repercutir en la sociedad parte de la pasta que se estaba ganando...
A mitad de la década, el tema se jodió, y algún proceloso gurú postuló que lo que se debía estilar "para diferenciarse" era la innovación. Desde entonces, miles de "seguidores" difunden - difundimos- a los cuatro vientos la necesidad de la misma.
Hoy, febrero de 2013, me da la espina que esto de la innovación también tiene fecha de caducidad. La pregunta es pues:y después de la innovación, ¿qué? La respuesta a esta pregunta sí que será, a mi juicio, innovadora.