2.Conviene comprometerse al menos en una tecnología incipiente y evitar invertir en las emergentes, todavía demasiado inciertas.
3.Hay que renunciar a la inversión de grandes sumas de dinero en la mejora de las básicas, ya que esto no proporcionará ninguna ventaja competitiva adicional.
Fuente: Escorsa y Valls (1997)